La lavanda es un ingrediente muy utilizado en distintas ramas de la salud debido a los beneficios que ha mostrado a lo largo del tiempo.
¡Sigue leyendo y conoce más sobre esta increíble planta!
En la medicina popular se emplean los tallos con hojas y flores de la lavanda, por vía oral, para combatir trastornos nerviosos (insomnio, palpitaciones) y estomacales, y también como emenagogo; en compresas y baños para mitigar dolores reumáticos; por su acción balsámica se utiliza en inhalaciones y vahos en casos de laringitis, bronquitis, catarros y resfríos.
Además su aceite esencial, que no contiene sustitutos sintéticos, se emplea en aromaterapia para fines hipnóticos. La esencia de lavanda es un insumo importante de la industria cosmética y de perfumería, donde se la emplea para la elaboración de jabones, colonias, perfumes, etc.
Entre sus principales propiedades encontramos:
- Antiespasmódico: Calma los retortijones estomacales.
- Carminativo: Previene y favorece la expulsión de gases
- Sedante: Modera la actividad del sistema nervioso
- Balsamico: Modera la secreción bronquial.
- Anti-inflamatorio
Los usos tradicionales que se le han dado a esta planta se dividen en dos:
- Uso interno: trastornos nerviosos (ansiedad, dificultad para dormir y palpitaciones); malestares estomacales; trastornos menstruales; catarros, resfríos y bronquitis.
- Uso externo: dolores reumáticos.
Estos productos tienen el carácter de auxiliares sintomáticos y no reemplazan lo indicado por el médico en el tratamiento de una enfermedad. Al consultar al médico infórmele que está usando esta hierba medicinal.
Se debe tener cuidado cuando se usa junto a medicamentos antidepresivos y sedantes. Además se debe evitar la preparación con utensilios de aluminio.
Extraído de: Ministerio de Salud Chile